YA ESTAMOS EN EL MUNDIAL!

Y sí… después de andar comiéndose las uñas en la era de Sven, de una pasarela de jugadores que no tendrían que haber estado en la selección, de recibir groserías de casi todos los oponentes, del nervio de no haber ganado de visitante, de que bautizaron a nuestra selección como la selección “sudamexicana”, del regreso de Aguirre, de una muy buena Copa Oro, de encontrar un cuadro base, de vencer al rival más odiado, de vencer a los que dijeron que nos iban a ganar, del regreso de Cuauhtémoc, del Guille y de Torrado, del renacimiento de Giovanni, Vela y Sabah, del descubrimiento de Castro, Barrera y Juárez, después de berrinches y alegrías, abejas en porterías… después de TODO eso, POR FIN ESTAMOS EN EL MUNDIAL.

Y es que, después de una eliminatoria sin Márquez, tuvieron que aparecer los que se echaran al equipo al hombro. Y claro que esto tiene sus pros y sus contras. Como por ejemplo, que el liderazgo de Márquez se vio por mucho, superado. Es también cierto que hay jugadores que demuestran muchísimo más su anhelo por defender los colores de la selección. También, que los últimos partidos, sólo había dado vergüenzas en lugar de hacernos sentir orgullosos. Que en los partidos del Barcelona jugaba un Márquez totalmente distinto al que veíamos con nuestro equipo. Y que en esta eliminatoria, también se demostró que ganar sin él, es más que posible.

Pero… también es cierto que es el máximo exponente de nuestro futbol en el mundo en este momento. Que sin duda, tiene una calidad muy cabrona. También es cierto que no es lo mismo enfrentarse a Donovan en la eliminatoria, que a Benzema o Drogba en un mundial; aquí es cuando su experiencia se hace necesaria. Todo eso también es más que cierto. En conclusión, lo único que le podríamos pedir es que le ponga los mismos huevos y pasión a la verde que a la blaugrana y que no confunda el engrandecerse contra los demás equipos a engrandecerse al pedo contra su propio vestidor.

En fin, sólo queda agradecer a ese grupo que mostró unión, alegría, pasión, buen futbol, huevos, espíritu y amor por su país y por su playera porque ya estamos en el mundial. Y claro, el otro gran aplauso es para la mejor afición de México, que es mucho más grande que la de cualquier equipo o país en el mundo.

Y… sé que no tiene nada que ver pero… aprovecho este espacio para repudiar al baboso de Faitelson por decir que era una vergüenza que México celebrara su pase al mundial; que ya habíamos superado el ir al Ángel en eliminatorias mundialistas. Al contrario. Por todo lo que se dijo en el primer párrafo, es imposible que alguien que ama este equipo, no sienta la piel chinita, orgullo por su equipo y ganas de celebrar muy cabrón. México tiene hoy por qué festejar. Porque hoy, ¡ESTAMOS EN EL MUNDIAL, CARAJO!

…y sí, Palencia me calló la boca con su gol por dudar de él en el post anterior.